Where to Invade Next (2015) — La decadencia del sueño americano

Michael Moore es un documentalista reconocido por un cuerpo de trabajo que desde sus inicios ha sido explícitamente político y abiertamente crítico de la política estadounidense, especialmente en los ámbitos económicos y sociales. Where to Invade Next continua con esta misma tradición de sensibilidad y humor de un Moore más maduro. En la película, somos introducidos a la decadencia moderna del llamado ‘sueño americano’ y a una creciente falla, que lleva arrastrándose desde hace más de un siglo, a lxs ciudadanxs de EUA.

Where to Invade Next es una de las cintas más inusuales de Moore, debido a que ocurren muchas «primeras veces»: primera vez que se encuentra con CEOs de grandes empresas; primera vez que tiene reuniones en cámara con presidentes, expresidentes y políticos de gran calibre, y que dejan ver que un poco del llamado radicalismo de este cineasta, quien en realidad solo es radical en ciertas partes del mundo, principalmente en su país de origen, Estados Unidos de América.

La cinta se enmarca como una comedia política desde sus inicios, a pesar de ser claramente una obra de «no ficción», Moore inicia la cinta bajo un argumento ficticio para dar un tono que continuamente reduce al gran país norteamericano al absurdo, y es que, como es de esperarse, y a pesar de poseer muy pocas secuencias filmadas en los Estados Unidos (La mayoría piezas de archivo), este world tour tiene la única finalidad de poner en primer plano a los Estados Unidos actuales.

En la cinta, Moore se detiene en países muy específicos para abrir conversaciones y analizar las distintas posibilidades y cursos de acción que los Estados Unidos podrían imponer para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos; en primer lugar, se enfoca en el sistema educativo americano, desde la educación básica hasta la superior, donde se encuentra con que en muchos países europeos hay menos horas de clase, menos tareas, una mayor variedad de clases con una filosofía pedagógica más humanista que se enfoca en los individuos y no en la generación de buenos estudiantes, en esta área, además de enfocarse en las clases y su duración, también se enfoca en almuerzos, mantenimiento y las profesores que trabajan en estas instituciones.

Por otro lado, Moore también visita universidades europeas, donde los estudios universitarios son 100% gratuitos, y reflexiona sobre como las cuotas y colegiaturas universitarias han ido en aumento desde los días en que el asistió a la universidad, a su vez, también cuestiona a un sistema que obliga a sus ciudadanos a mudarse a otros países para recibir educación de calidad.

En segundo lugar, la película se detiene a hablar sobre la política laboral, que ofrece posibilidades laborales más amigables que aquellas estadounidenses, con más días feriados, fechas de descanso, vacaciones pagadas y beneficios y más permisos para descansar, a su vez, que señala como en países europeos existen mayores beneficios de seguridad social a menores costos económicos, y señala el contrargumento de que si estos se aplicaran en Estados Unidos existiría un incremento impositivo que, sin embargo, si fueran pagados por el Estado, los costos que pagaría cada individuo serían menores que sin los impuestos.

En tercer lugar, Moore señala al sistema judicial de países nórdicos, que tienen una filosofía centrada en la rehabilitación y no en la venganza, quizás es uno de los fragmentos donde el largometraje se detiene más, principalmente debido a que desde una cosmología «gringa», es difícil considerar a estas como una posibilidad. Por otro lado, también discute sobre la guerra contra el narcotráfico y como la posibilidad de que su consumo se vea reducido con la legalización -acompañado de otro tipo de políticas de salud-.

Finalmente, se hace una revisión de los derechos de las mujeres, donde países europeos han mejorado su situación desde la inclusión de las mujeres en el mercado laboral, distintos argumentos se hacen, con evidencia o sin ella, pero que resultan en que es lo mejor para todxs.

Fuera de estas especificidades, Where to Invade Next es un repaso histórico a la política norteamericana, donde Moore se muestra ampliamente crítico a las decisiones gubernamentales tomadas por un gobierno que él mismo vivió, recordando constantemente, y acompañado de sazones de comedia negra, a las personas e individuos que vivieron y sufrieron gracias a a estas decisiones, y esto lo enlaza con su crítica a los Estados Unidos y su cultura, que continua negando los males que provoco y continua generando en tiempos contemporáneos.

La película posee un guion donde las ideas se conectan de forma impecable, cada una como consecuencia de otra, donde sus argumentos discursivos son elaborados desde una perspectiva que da poco lugar a discutirlas ampliamente, pues estas son solidas, a su vez, Moore utiliza el medio para discutir ideas más tabú por medio de la comedia y la inferencia, pero si algo es seguro, es que la película posee cierta desesperación y tristeza que continúan persiguiendo al espectador a lo largo de la película. En primer lugar, los derechos de la comunidad negra: Moore hace bien al no dejarlas fuera de foco, al mencionarlo reconoce su existencia, y espera que escuchemos a las personas de la comunidad.

La cinta, sin embargo, es un trabajo diseñado totalmente desde una perspectiva «gringa«, hecha por y para estadounidenses, los espectadores que no viven en los Estados Unidos o con poco conocimiento de la política estadounidense y su historia podrán encontrarse en situaciones donde las discusiones que busca generar simplemente son imposibles de solidificar gracias a un shock cultural, lo mismo para muchos chistes, inferencias y juegos de palabras que son en el más puro sentido de la palabra, locales.

El uso de material de archivo, a su vez, es cuestionable, ya que a pesar de servir claramente como un buen mecanismo para establecer un tono en esta comedia política, a veces termina por bombardear y cansar al espectador con ideas y palabras que no tienen ningún efecto ni objetivo en la película más allá de lo ya mencionado. Por otro lado, en sus primeros minutos, la cinta se puede sentir más sensacionalista de lo que es realmente, en parte gracias, a estilo de montaje conflictuado con el que ofrece en sus últimos segmentos, que continuamente parecen recordar más a una tradición de Reality TV y no tanto a una tradición de cine documental como si se hace al final.

Ciertas ideas expuestas en la película, como lo son los derechos civiles de la comunidad negra de los Estados Unidos o discusiones en torno a paridad de género y derechos reproductivos carecen de matices que de haber sido expuestos podrían haber beneficiado ampliamente al discurso y representación de la película, pero personalmente no puedo decidir si de haber existido autoridad, hubiera sido lo correcto o hubiera sido apropiado en el momento incluir estas ideas de una forma más clara.

Claramente, Where to Invade Next es uno de los trabajos más patrióticos y nacionalistas de Michael Moore, motivados por intereses y expectativas a un futuro brillante; su desarrollo, en gran parte, no se centra únicamente en la comparación y ridiculización de los Estados Unidos, sino que se enfoca en un diseño centrado en el convencer a un espectador — probablemente a los grupos conservadores norteamericanos — de sus ideas. A pesar de sus errores y de ciertas ausencias en su discurso, la cinta es una experiencia razonablemente satisfactoria.

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