El “hallyu” o la “ola coreana” es un fenómeno cultural que se ha expandido a partir de la década de los 90, no solo gracias a la música popular (kpop) o a los programas de televisión, sino también, debido al cine; sin embargo, es primordial destacar que, incluso antes del boom del Hallyu en occidente, Corea del Sur ya era una de las industrias cinematográficas más rentables en el mundo.
Durante los últimos años las películas surcoreanas han traspasado las fronteras orientales para darse a conocer a nivel global, tanto así, que han llegado hasta nosotros filmes taquilleros y entretenidos como Train to Busan (2016) hasta obras de culto como Parasite (2019). Por ello en esta ocasión queremos hablar de una cinta de Netflix, que ha recibido menos atención de la que merece, nos referimos a The Call (2020).
The Call o El Teléfono, como se titula en Latinoamérica, es un thriller escrito y dirigido por el surcoreano Lee Chung-hyeon. La cinta nos cuenta la historia de dos mujeres de 28 años: Seo Yeon, interpretada por Park Shin Hye; y Young Sook por la actriz Jeon Jong Seo. Ambas viven el mismo día, lugar y momento, pero en diferentes puntos temporales.
Seo Yeon se encuentra en el 2019, visitando a su madre enferma en el pueblo donde hace 20 años murió su padre en un incendio; por otro lado, Young Sook está en 1999, exactamente en la misma casa donde se hospeda Seo Yeon; ella vive con su madrastra,una chamana que la somete a maltrato físico y psicológico por su condición mental; sin embargo, ambas logran comunicarse por medio de llamadas telefónicas y entablar una amistad a distancia.
En un principio la película tiene un tono fantástico; ya que presenta un mundo posible y extraordinario donde las protagonistas son capaces de cambiar la dirección de su destino y así mejorar sus vidas con ayuda de la otra. En la segunda mitad del filme el tono adquiere tintes de terror, pues el sueño ideal se desvanece para transformarse en una pesadilla, haciendo énfasis en cómo las alteraciones del pasado, o las predicciones de un futuro incierto pueden desencadenar consecuencias fatales y perder a aquellos a quienes más aman.
Un acierto de The call es la forma de desarrollar la tensión. Los actos ascienden de manera progresiva hasta llegar a un clímax, donde los personajes se encuentran en una constante lucha por defender sus intereses personales. Asimismo, una técnica que aporta al nivel de ansiedad es la imposibilidad de las protagonistas de tener un contacto físico con la línea temporal adversa; todo se desenvuelve por las llamadas telefónicas. Es por esto que Yoon sook, quien podemos identificar como la antagonista del segundo y tercer acto, tiene el control total sobre la vida de Seo Yeon.
Otro punto positivo son las actuaciones, en especial la de Jeon Jong Seo, quien hace una interpretación bastante certera, perturbadora y detestable de una mujer psicópata en busca de su libertad. Cabe destacar que esta actriz ha sido considerada una de las mejores novatas en surcorea, debido a su reciente participación en Burning (2020).
Park Shin Hye, quien da vida al papel de Seo Yeon, por el contrario, es una actriz con una trayectoria más amplia, en especial por sus papeles en la tv coreana (Kdramas, programas de variedades). A pesar de su extensa carrera y de su popularidad en Asia, ha sido criticada por sus actuaciones repetitivas; sin embargo, en esta ocasión logra sorprendernos al demostrar su capacidad actoral, ya que se desprende de los personajes convencionales de su trayectoria para mostrar un lado más oscuro.
En cuanto a lo negativo, podemos hablar de la falta de coherencia que tienen algunos los acontecimientos en el filme. Cuando se presentan historias sobre viajes en el tiempo y sus repercusiones, siempre está el riesgo de caer en inconsistencias. En este caso The Call intenta ser lo más cuidadoso posible, incluso vemos los efectos en el instante, de forma ordenada. Es decir, cuando algo se altera en 1999, rápidamente la narrativa enfoca la mirada en el 2019. Sin embargo hay ciertas minucias que se salen de las reglas que establece el guion, aunque esto en realidad tampoco afecta mucho el ritmo.
El verdadero problema reside en el final, pues la cinta se da la libertad de presentarnos dos desenlaces: uno que sigue correctamente el trazo de los hechos y después uno que tiene intención de inquietarnos como espectadores. Esta técnica narrativa ha sido muy explotada en el cine del género de horror, no obstante, en esta historia no funciona, ya que destruye todas las leyes que la narrativa nos había planteado en un inicio.
Finalmente, un aspecto interesante es que The Call no se detiene a dar explicaciones del mundo que crea, es decir ¿por qué son capaces estas dos personas de intervenir en el tiempo con solo llamadas? Este elemento mágico e inexplicable lo podemos asumir, pues a fin de cuentas a la película le interesa solo mostrar los efectos de dicha posibilidad y el horror que puede nacer de los intercambios temporales, incluso si son únicamente a distancia.
The Call es una propuesta diferente y valiosa tanto para la ola coreana como para los fanáticos del terror/horror, y aún con sus incoherencias no deja de ser impactante; manteniéndonos en constante estrés e interés de lo que le pasará con sus protagonistas.
The Call está disponible en Netflix.