Sound of Metal fue uno de los últimos estrenos del 2020; una producción original de Amazon Studios que ha pasado muy desapercibida; pero que ha impactado a todos aquellos que la han visto; debido a la actuación de su protagonista Riz Ahmed; a quien podemos conocer por películas de índole más comercial como Venom o Rogue One: A Star Wars Story.
Sound of Metal nos cuenta la historia de Ruben Stone; un baterista de un grupo de metal que tiene junto con su novia Lou (Olivia Cooke): un hombre de al rededor de treinta años con un comportamiento errático y de cierta manera impulsivo; pero con gran amor hacia su compañera, una chica más sosegada.
Comprendemos, de manera casi inmediata, el valor del sonido en la vida de Ruben tanto personal como profesionalmente; sin embargo, en torno a los primeros diez minutos algo sucede: de repente deja de escuchar; puede percibir murmullos pero no llega a más. Después de una ida al doctor; descubre que solo le queda alrededor de un cuarto de su audición en ambos oídos. La noticia es desgarradora e intenta ocultárselo a Lou; incluso procura tocar a pesar de las claras indicaciones de no hacerlo para no perder lo que le queda de oído. Lamentablemente, el baterista no es capaz de seguir adelante en medio de un toquín y ahí le cuenta todo lo que sucede a su novia.
Ruben pronto se integra a una comunidad de gente sorda; donde tiene que aprender a vivir diferente; y comprender que ser sordo no es una discapacidad; ni algo que deba corregir; no obstante el camino es difícil, pues se aparta de Lou, con quien ya lleva cuatro años, la misma cantidad de tiempo que ha pasado sin consumir heroína; por lo tanto, debe decidir si seguir adelante con su nueva vida; o hacer lo posible para regresar a la anterior.
Esta etapa dentro de la película es una de las más amenas. Para la audiencia que no vive con sordera; conocer estos espacios que normalmente son ignorados es realmente cautivador. Así como las amistades que Ruben entabla con la maestra de los niños sordos; la chica a quien le hace el boceto para un tatuaje; y el mentor de la institución.
A lo largo de Sound Of Metal presenciamos un sube y baja de emociones que terminan en una nota agridulce; un final que te hace sentir incapaz, con una contemplación hacia el vacío y una incertidumbre de lo que está por venir.
Aunque la trama es sencilla; Sound Of Metal utiliza varios recursos admirables que la hacen destacar dentro de los estrenos de este recién terminado año. Comenzaremos por lo inevitable: las actuaciones de sus protagonistas.
Tanto Ahmed como Cooke llevan frente a las cámaras interpretaciones magníficas; logramos entender cada una de sus emociones desde la felicidad y gratitud hasta la desesperación y desesperanza hacia la que van cayendo y resurgiendo constantemente. También podemos destacar en el caso de Riz que aprendió a tocar la batería y el lenguaje de señas para esta cinta en particular y ambas las hace con suficiente destreza.
Ahora podemos hablar de los recursos técnicos y de edición que se implementaron dentro de Sound Of Metal; ya que lo mejor es el mundo inmersivo en el que se desarrolla. A pesar de que la mayoría de la película la observamos a partir de una tercera persona; hay momentos en los que nos metemos en la perspectiva de Ruben; donde escuchamos la manera en la que él lo hace: el sonido, la distorsión o la falta del mismo. En un segundo a otro nos quedamos en un vacío y no comprendemos lo que pasa; asimismo no entendemos lo que nos dicen con lenguaje de señas: este otro gran acierto con fin de ponernos en sus zapatos. Una dato importante es que si ves la película en Amazon con subtítulos en inglés; los subtítulos para el lenguaje de señas comenzarán a aparecer hasta que el personaje lo entiende.
Otro aspecto positivo de la cinta es la fluidez dentro de su narrativa; llevada a cabo por una estructura clásica; las dos horas que Sound of Metal dura se pasan con asaz serenidad. Un hilo bastante fácil de seguir y que, por lo tanto, resulta en un tiempo ameno en el que no puedes despegarte de la pantalla. Y es que tampoco vemos una historia cliché; si bien el tema es sobre la realización y el descubrimiento o renacimiento de un héroe a través de una tragedia; la aventura de Ruben se siente íntima y genuina.
Podemos entender entonces, que el director Darius Marder hace un gran trabajo en sus decisiones creativas a fin de rescatar y realizar las divergencias de un mismo espacio en dos situacione distintas; y aunque solo tiene una película más en su repertorio; es un nombre al que tal vez debamos prestar más atención; pues puede que Sound of Metal sea un fuerte contendiente en los próximos premios Oscar; desde su apartado de edición de sonido hasta nominaciones a Mejor Actor para Riz Ahmed.
Antes de terminar con esta reseña y opinión es crucial mencionar el papel de la discapacidad en el filme; principalmente infundado por el colectivo al que Ruben asiste para enseñar cómo ser sordo. Dentro de este lugar no se entiende a la sordera como una discapacidad; sino como una manera de vivir, alternativa a la que se consideraría “normal” o “cotidiano”. Por ende, esto no es algo que se tenga que corregir. Un mensaje que, personalmente, considero muy valioso.
Si bien los hermanos Marder, guionistas de la película, utilizan la sordera como ese punto de quiebre o momento trágico dentro de la vida de Ruben; tampoco la satanizan o lo hacen ver inferior; sino que abren otro punto de vista, y por tanto se vuelve parte vital de la existencia de nuestro protagonista adoptar este cambio o no.