Recientemente se estrenó en Netflix Latinoamérica la nueva película protagonizada por Adam Sandler, Uncut Gems, filme cuya trama y visión se alejan demasiado de los roles en los que solemos ver involucrados a este actor.
Uncut Gems relata la historia de Howard Ratner, un hombre judío, dueño de una joyería . Ratner consigue una Gema fantástica desde Haití, la cual da nombre a la película, sin embargo, la cinta no gira completamente en torno a ella; sino en los conflictos financieros de Howard, pues es un adicto a las apuestas y debe mucho dinero a distintas personas: una casa de empeño en la cual solo mete y saca cosas y termina debiendo interés altos; su propio cuñado al que le debe miles de dólares y otros secundarios.
Pero no son los problemas con los juegos de azar su única perdición ; Howard representa a un hombre egoísta e inmaduro que, a pesar de tener tres hijos y una esposa, él decide tener una relación tóxica con su empleada y amante.
Adam Sandler a quien conocemos por películas torpes y sinsentido en su inmenso repertorio, en este filme nos demuestra una nueva faceta de su rango actoral, si bien ya estaba saliendo de su etiqueta con la película de Noah Baumbach (director de A Marriage Story) The Meyerowitz Stories, en Uncut Gems nos demuestra no solo una buena evocación de los diálogos del guion, sino emociones puras que incluso te hacen sentir raro al venir del hombre que hace los mismos papeles en todas sus películas.
Siendo más críticos al respecto, esta película en sus inicios se siente tediosa e incluso un tanto cliché; típica historia de un hombre que debe dinero a gente peligrosa y que por lo tanto, tendrá consecuencias sobre ello, pero hay ciertas cosas que la distinguen sobre el resto: La edición. Aunque es un montaje ya antes visto de cortes rápidos reflejando el ambiente mismo con el que se mueve la ciudad de Nueva York, te hace mantener atento a cada acción que pasa. El guion. Y sobre todo el diálogo, al igual que el antes mencionado Noah Baumbach, los guionistas y directores de esta película, los hermanos Safdie y Ronald Bronstein, deciden hacer de sus diálogos una comunicación sobrepuesta entre personajes, representando de manera más real —y al mismo tiempo desesperante— el cómo se suelen intercambiar las ideas entre personas. La música. Aquello que gana dentro de la película y que captura por completo en el último arco de ella fue la música. Una que hace recordar a los filmes de los 80 como lo podría ser Risky Businnes con Tom Cruise; música electrónica de sintetizadores y armonías simples, que, en Uncut Gems, fue llevada a cabo por Daniel Lupatin.
El filme solo dura poco más de 2 horas, y por su fácil accesibilidad por medio del servicio de streaming Netflix, recomiendo darle una oportunidad a la cinta, debido a que es un cine que casi ya no es producido, pero sobre todo, darle otra oportunidad a Adam Sandler como un actor dramátio, el cual posee gran potencial.