Siguiendo con las películas de Paul Thomas Anderson en honor a su quincuagésimo cumpleaños, el día de hoy reseñaremos aquella del 2007 que le valió grandes nominaciones a los Premios de la Academia, tales como Mejor Director, Mejor Guion Adaptado (De Oil! por Upton Sinclair), Mejor Edición, Dirección de Arte y Sonido, llevándose el galardón de Mejor Actor para Daniel Day-Lewis y el de Cinematografía para Robert Elswit: There Will Be Blood.
La historia inicia con Daniel Plaintview — Daniel Day-Lewis— en la profesión del petróleo, quien cavando un pozo y bajando por las escaleras hacia el fondo, se fractura una pierna después de que uno de los escalones se desplomara, pero el protagonista no se queda ahí, por el contrario, logra sacar de entre las rocas un objeto de plata aun con su pierna lastimada y gracias a su perseverancia se arrastra hasta donde se encontraban sus compañeros.
En otro de sus trabajos, un tablón se desprende de su torre de excavación y le cae a uno de sus compañeros, provocando su muerte segura y además dejando a un bebé de pocos meses entre el resto de los hombres. Este es adoptado por Daniel, quien lo cría como si fuera suyo, dándole el nombre de H.W. Los años pasan y H.W. ahora es un niño y el principal compañero de trabajo de Daniel. El trabajo de los Plainview les ha dado frutos, se encargan, principalmente de extraer el petróleo de las tierras para venderlo a empresas, dando una pequeña inversión a las personas propietarias de las tierras excavadas.
Un día cualquiera dentro de un trabajo en Nuevo México, llega un hombre de aliño inquietante, pero con determinación, Samuel Sunday — interpretado por Paul Dano — quien le dice que en su rancho hay petróleo que ya se nota en la superficie. Plainview y su equipo se dirigen hacia allá y hacen un trato de mala fe que disgusta al gemelo de Samuel, Eli. Pero aun así el plan sigue adelante, y no solo eso, Daniel además de comprar las tierras de la familia Sunday, adquiere todas las colindantes para poder armar un tubo subterráneo de petróleo.
En este trabajo más problemas se presentan, otro hombre muere al caerle una viga de metal dentro de otro pozo, y poco tiempo después pasa una tragedia con H.W. Esta tragedia cambia por completo a Daniel y nunca vuelve a ser el mismo, sus ideas y ambiciones abruman su mente y se convierte en alguien cada vez más obsesivo e inestable. Poco después del accidente de H.W. un hombre llega a la puerta de Daniel, un medio hermano bajo el nombre de Henry con quien en los próximos meses comienza a hacer negocios dejando atrás a su hijo, no obstante, las cosas tampoco salen bien con él.
There Will Be Blood es una historia de época que retrata la constante pérdida de razón de un hombre con el sueño de triunfar, varios análisis que pueden ser encontrados aluden al capitalismo y la insaciable sed de siempre tener más. Pero no solo eso, también hablamos de religión, desde el póster de la película la torre de excavación parece alzada como la cruz en la que Jesucristo murió, figura que también se personifica por Eli, pues es un pastor de su propia iglesia, una llamada «La Tercera Revelación» en la cual él da sus sermones y se cree un predicador enviado de Dios para poder sanar a las personas del condado en el que reside, similar al personaje de Tom Cruise en la película Magnolia del mismo director, el cual tenía su pequeña secta de depredadores.
Daniel Day-Lewis es un actor ya bastante reconocido dentro del gremio quien hasta hace pocos años anunció su retiro de la pantalla grande. Sus interpretaciones siempre fueron fuertes y precisas, haciendo famosa la técnica de la actuación de método pues él no es un actor interpretando al personaje, sino que se convierte en el personaje mismo y en este caso podemos observar como Daniel Plainview poco a poco se inunda en sus penas y la culpa, pero también la avaricia, el deseo y el pecado. Paul Dano tampoco se queda atrás, este actor — quien dirigió en 2018 Wildlife — aunque no es muy popular, se especializa en personajes peculiares, extraños y en este caso fanáticos, encarnando así la perfecta contraparte de Day-Lewis.
Paul Thomas Anderson lo conocemos por su afición a los personajes complicados en sus obras, como también es el caso en Magnolia, sin embargo, ahora no solo entrega un libreto excepcional, sino una cinematografía llena de planos abiertos que dejan apreciar todas las locaciones naturales principalmente áridas en las que se filmó esta película, pero también una linda distribución de los espacios y las luces en los entornos cerrados.
Por otro lado, la música — de la mano de Jonny Greenwood, miembro de Radiohead —también es un factor determinante dentro de las sensaciones de la película pues advierten el peligro y el próximo cambio, acentúan el horror y la violencia tanto física como psicológica que es proyectada a lo largo de There Will Be Blood.
There Will Be Blood para muchos amantes del séptimo arte marcó un precedente, tanto así que para muchos de ellos es la mejor película del siglo XXI. Sin atreverme a dar tales declaraciones, sí puedo decir que es un gran filme, con una trama que se desarrolla de la manera más natural posible sin sentirse de ninguna manera forzada, sin incoherencias ni huecos argumentales. Así mismo, protagonizado por actores de un gran rango interpretativo dramático y una producción elaborada con gran precisión en todos sus departamentos.
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