«La historia del cortador de bambú» es quizás el cuento folclórico japones, más reconocido mundialmente, la historia es sencilla, fascinante y se le considera la narrativa en prosa japonesa más antigua, a su vez, muchos estudiosos japoneses la consideran la primera historia sobre una femme fatale, entre todos los que quedaron encantados con la historia se encontraba uno de los fundadores de Studio Ghibli, Isao Takahata, quien desde finales de los 90’s comenzó a estudiar la mejor forma de llevar esta historia a la gran pantalla.
Un cortador de bambú se encuentra a una pequeña princesa en el interior de un árbol de bambú, a la cual decide nombrar Princesa Kaguya y cuidar junto a su esposa, la pequeña princesa crece feliz junto con ellos y hace grandes amigos con sus vecinos, sin embargo, al poco tiempo, el cortador de bambú se da cuenta que hay oro dentro de los tallos de bambú y rápidamente pasan a ser una familia adinerada, oportunidad que los padres toman para criar a Kaguya en un entorno más digno de una princesa.
La Princesa crece rápidamente y se convierte en una joven hermosa, Lady Sagami es quien se encargara de enseñarle todo lo que una dama debe de saber; Kaguya detesta estas clases e intenta rebelarse contra ellas constantemente, sin embargo, ya convertida en una mujer termina siguiendo la mayoría de estas reglas. Durante ese tiempo se esparció el rumor de que una joven hermosa vivía en esa casa, y de ese modo, un día llegan a la casa cinco príncipes, Kaguya, renuente al matrimonio, encarga a los cinco príncipes una tarea distinta, tareas imposibles. Cada uno de los principes falla o intenta engañarla, pero el último fallece y pone en evidencia a Kaguya su verdadera personalidad.
Como suelen los trabajos de Takahata ser, El cuento de la princesa Kaguya se transforma en una batalla de la princesa contra si misma, quien poco a poco se va dando cuenta de su propio egoísmo que causa su propia autodestrucción, un relato triste sobre una forma de vida autodestructiva, una hija y unos padres que solo piensan en ellos mismos, pero también, una oda al folklore japones y una forma de evitar la completa desaparición de una forma de narrar historias.
Kaguya-hime no monogatari esta inspirada en todos esos rollos y antiguas ilustraciones de los 1500, donde se origina la historia, y la representa como un rollo en movimiento, donde las antiguas ilustraciones toman vida gracias a la tecnologia, la acuarela y un lapiz. Takahata, al igual que en Only Yesterday, nos invita a creer en nosotros mismos pero no olvidar a los demas, que al igual que en Grave of the Fireflies, es un camino hacia nuestro propio final.
Esta es la última película que Takahata dirige y escribe antes de su muerte en Marzo 2018, su ultimo trabajo fue como director artístico en Le Tortue Rouge, Kaguya-hime no monogatari es un cierre perfecto para el trabajo de un gran director, quien dedico gran devoción al trabajo cinematográfico y que con su ultima cinta busco llevar a la técnica hacia el futuro. Kaguya-hime no monogatari es superior en su versión original, ciertas lineas argumentales y subtextos se pierden en la traducción.