Alguna vez te has preguntado ¿qué sucedería con nuestra estabilidad mental si tuviéramos que mantenernos aislados de la sociedad durante semanas? ¿qué seriamos capaces de hacer en ese estado?  Precisamente estas son algunas de las cuestiones que plasma Robert Eggers (The Witch) en su más reciente producción The Lighthouse o El faro, como se titula en Hispanoamérica. 

El faro presenta como únicos personajes a dos hombres: un viejo que ya lleva un largo tiempo en el oficio de farero (Willem Dafoe), y un joven novato de nombre Tomas Howard (Robert Pattinson). Alejados prácticamente de todo contacto humano, ambos se encargan de custodiar el faro de una isla misteriosa en Nueva Inglaterra a finales del siglo XIX. La cinta en general busca perturbar a los espectadores mostrando un lado más primitivo del ser humano, acompañado de ciertos rasgos místicos y mitológicos que también se remontan de civilizaciones ancestrales.

Si por algo se caracteriza esta nueva película es por la fotografía en blanco y negro, con un contraste muy fuerte entre blancos muy brillantes y negros muy saturados, además su formato casi cuadrado (1.19:1) que nos remonta a un cine más primigenio, acompañado siempre de sonidos que generan una atmósfera de tensión que va acorde con el estado psicológico y el comportamiento de los personajes, asimismo los diálogos en este filme no abundan, por lo tanto, los actores se valen del lenguaje corporal y las expresiones; Dafoe y Pattinson encarnan la perversión de la psique a lo largo de El Faro.

El espacio juega un papel primordial, pues pareciera que la isla mantiene una fuerza sobrenatural que domina el estado de los hombres que la habitan, por ende , cabe mencionar que la narrativa de esta película es ambigua y por consiguiente compleja, específicamente cuando se trata de la relación que llevan ambos protagonistas, una relación de autoridad y subordinado que conforme avanza la historia se va deformando radicalmente.

El Faro es una película difícil. Para algunos puede ser tediosa por su argumento tan abierto y sujeto a teorías del porqué de las cosas, pero para otros puede ser entretenida por lo mismo. Llena de simbolismos y referencias a diversas mitologías llevada a las situaciones más grotescas, The Lighthouse no es una película recomendable para aquellos de fácil impresión.

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