12 años de esclavitud, o 12 years a slave como originalmente se titula, está basada en hechos reales, y nos cuentan la historia de Solomon Northup — interpretado por Chiwetel Ejiofor—, un violinista afroamericano libre con una esposa y dos hijas.
Como músico entre las fiestas de élite de los blancos a mediados del siglo XIX, Salomon es secuestrado a partir de engaños para ser un esclavo: es llevado a Washington donde es embriagado por supuestos contratantes. Desde ese momento es duramente castigado y azotado, siendo la piel de su espalda desprendida en cada roce por el simplemente hecho de proclamar su verdad: él no es un esclavo.
Aún en negación por lo sucedido, es llevado junto con más personas hacia el sur de Estados Unidos, a Nueva Orleans para ser vendido junto a los otros. Pasa por varios casas donde sirve a diversos hombres blancos, unos peores que otros, —entre estos tenemos a grandes actores de primer nivel tales como Benedict Cumberbatch, Michael Fassbender , Paul Dano (Wildlife) e incluso Brad Pitt (Inglorious Basterds, Once Upon a Time… In Hollywood), quien funge como apoyo para el protagonista en los momentos más necesarios—. Durante su permanencia como esclavo, Solomon intenta escribir hacia su familia, en secreto, pues sabe que, de ser descubierto, significa su muerte.
Entre varias cosas que la propuesta argumentativa dispone, está la crueldad del ser humano, así como las bases de una sociedad lideradas por el odio y miedo hacia el otro que es distinto, un otro infravalorado y retirado de su dignidad que se ve en las situaciones menos deseadas, desfavorecidas e infernales para satisfacer los caprichos tanto materiales como carnales del otro supuestamente superior por el simple hecho de ser de una gama de color más clara. Por lo tanto, la película se concentra más en lo vivido por los esclavos, las distintas maneras de lidiar con la situación en la que viven y que no está en sus manos poder cambiarla: la desesperanza, el temor, la sumisión, la violencia pura en sus distintos niveles se es representada e incluso la manera libidinal en la que algunos personajes se despersonalizan de su realidad es caracterizada desde el inicio de 12 años de esclavitud.
Esta película representa la realidad que las minorías vivieron y que, la verdad, no ha cambiado mucho en más de un siglo, teniendo en cuenta la situación actual en Estados Unidos; tal vez el esclavismo ya no exista, pero una versión moderna capitalista le sigue, y el odio por el otro siempre estará a flor de piel; es por esto que 12 años de esclavitud estremece, pues representa aquello por lo que la mayor parte del tiempo miramos hacia otro lado. Incomoda y aterroriza; no en el sentido de las fantasías y ciencia ficción, sino de una manera biográfica.
Debemos recordar que 12 years a slave fue una de las más nominadas en el año 2013 por los premios de la Academia, y ganadora de tres estuatillas. Específicamente: Mejor Actriz para Lupita Nyong’o, Mejor Guion Adaptado y Mejor Película.