Allá por el año 2012 nos trajeron una película de terror que parecía ser una más del montón, pero que, sorprendentemente, resultó ser una ingeniosa y audaz demostración de cómo es que deben ser las películas de este subgénero tan desestimado. Claramente estamos hablando de Siniestro, filme dirigido por Scott Derrickson —conocido por también ser director de Doctor Strange (2016) y El Exorcismo de Emily Rose (2005)—.
La película nos cuenta la historia de Ellison Oswalt —Interpretado por Ethan Hawke— un novelista de crímenes cuya carrera se ha estancado, pero tiene una idea para que esto cambie. Así, se muda con su familia (compuesta por su esposa y sus dos hijos, un niño y una niña) a una casa que fue escena de un crimen atroz, con la idea de obtener inspiración para su nuevo libro. La trama en sí nos presenta a este escritor y cómo se está involucrando en desentrañar el misterio que hay alrededor de ese fuerte caso de asesinato, que, si logra resolver, podría ser la clave para que vuelva a ser relevante y famoso como lo fue alguna vez. Sin embargo, no será tarea fácil pues mientras más se adentra en los sucesos, más conflictos surgen en su vida; conflictos que van desde peleas familiares y hasta un miedo genuino por poder ser la siguiente víctima del asesino.
Como se puede ver, Siniestro como tal bien podría ser más un thriller que una de terror; sin embargo, conforme se desarrolla la historia, nos van introduciendo elementos que de a poco nos sumergen en un ambiente de suspenso y horror genuinos, entregándonos para el último acto, donde ya nos fue revelado el misterio, un cierre fenomenal que es sorpresivo a la par que aterrorizante.
Para destacar tenemos varios elementos, como principal la historia que, pese a sí caer en varios clichés, los adopta de una manera bastante original, convirtiéndose en un mérito más que en algo para reprocharle. Junto con esto tenemos las actuaciones que están bastante bien, debidamente dirigidos y haciendo una buena interpretación. La fotografía también es bastante destacable, pues si algo verdaderamente no debe fallar en una película de esta índole es la ambientación y la fotografía es manejada de tal forma que, en conjunto con el diseño de producción, nos regalan grandes escenas.
En resumen, Siniestro es una película que te mantendrá inmerso en ella por el misterio que presenta y que a la vez te puede sorprender con sus giros y demás detalles; esto aunado a los sustos bien elaborados que tiene, te dejará pensando un buen rato en lo que acabas de ver.