Ilse Salas en 'Las niñas bien' (2018)

Las niñas bien (2018) — Caer de las alturas.

El caso de Las niñas bien es uno que hemos escuchado constantemente, especialmente cuando se trata del cine nacional, como también fue el caso de Ad Astra; Las Niñas Bien, una película difícil de vender que hizo ver a esta cinta como una comedia sosa, de esas que sobran y que no aportan demasiado, sin embargo, me arrepiento de no darle una oportunidad antes. Las Niñas Bien cuenta la historia de Sofía, una mujer de la clase alta que lleva la vida que todos sueñan; no obstante, la crisis de los ochenta golpea fuertemente al país, y rápidamente ve como su patrimonio se le va de las manos.

Ella es parte del 1% que vive una vida lujosa y aparentemente feliz. Vive con su marido que tiene un empleo de primera, que la ama, y dos hijos pequeños. Como cualquier mujer de clase alta, Sofía es prejuiciosa: no permite que cualquiera se una a su circulo, bien conformado por otras cuatro mujeres de su mismo nivel, sus labores se reducen a encontrarse en el club deportivo donde suelen jugar tenis y aprovechar para conversar sobre todo y nada. Pero la rutina de Sofía se ve interrumpida por un corte de agua, el mismo día que el precio del dólar se va por los cielos, sus vecinos comienzan a irse de viaje, pero ella no sabe lo que le espera hasta que un día le rechazan su tarjeta en el Palacio.

Sofía comienza a hacer esfuerzos para evitar que esto se sepa, su esposo lucha por evitar que se pierdan, pero de poco en poco, tiene que dejar de asistir a eventos, ir a restaurantes, dejar los viajes, y pronto se encuentran con deudas, amenazas de embargo. Sofía se percata de algo, todos sueñan con estar sobre los demás, se da cuenta que es tan incapaz de luchar contra sus problemas como cualquier otra persona, se da cuenta que ni ella ni sus amigas tienen algo de especial, y que definitivamente no es la única que tiene problemas. El dinero no compra la felicidad. Su felicidad no era real, ella continúa añorando un presente que nunca fue; matrimonios arreglados, insatisfacción eterna.

Se retrata cada evento como una competencia, de ver quién es mejor que quien, al final, la cinta jamás retrata a estos personajes como humanos, jamás se les trata con bondad, y señala fuertemente que nacer en la élite solo significa nacer para aparentar. Competencias de egoísmo, puñaladas en la espalda, deseos sin cumplir.

Las Niñas Bien se encarga de criticar a un sistema sumamente desigual, donde no se permite el acceso a nadie más de los que ya están ahí y de donde es muy fácil caer. Es una respuesta a la gran oleada de filmes mexicanos que toman la figura del miembro de clase alta y solo la utilizan para bromear y evadir profundizar en la verdadera brecha social. Las diferencias entre los miembros de un nivel y otro son escasas, pero el filme se atreve a cuestionar una dinámica donde tan solo el dinero es capaz de modificar la jerarquía, y donde existe también la misma opresión que existe abajo: el machismo y el sexismo también dividen a los de arriba, y hasta entre los más ricos existen escalas. Como se relata, es imposible que Sofia llegase a la podredumbre, pero ¿por qué tanto miedo a ser como cualquier otro? ¿Por qué temer a dejar de ser especial?

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