Después de los acontecimientos ocurridos en la primer película, vemos a nuestro protagonista Eggsy salir de la sastrería Kingsman, solo para encontrarse con su antiguo compañero, ahora némesis, Charlie, y cumplir con una fascinante secuencia de acción (o tal vez debería decir dos en una) de alrededor de 10 minutos que introducen la historia de la nueva película.
Si bien Eggsy tiene que salir con su novia Tilde, la princesa de Suecia, en ese momento tan cálido y cómodo de repente todo sale mal, misiles atacan todos los hogares de los agentes Kingsman en la isla de La Gran Bretaña incluyendo la sede de la organización, perdiendo así a varios personajes que eran importantes dentro de la entrega anterior, incluso al perrito del protagonista y su amigo… Los únicos sobrevivientes del desastre: Eggsy y Merlin.
¿Pero quién los atacó? Bueno, aquí entra Julianne Moore, o mejor dicho, su personaje «Poppy». Una empresaria psicópata con inclinaciones hacia el canibalismo, la alta tecnología y Elton John (Sí. Lo tiene secuestrado), que es líder del cartel más grande del mundo, también conocida como El Círculo Dorado.
Si nada ni nadie, Eggsy y Merlin, descubren una botella de whisky en su cuarto para el fin del mundo – una de Statesman. Es así como viajan a Kentucky, Estados Unidos para reunirse con sus primos agentes, con caras reconocidas como Channing Tatum como Tequila, Pedro Pascal como Whisky, Jeff Bridges como Champaigne, y Halle Berry siendo la contraparte americana de Merlin.
Dentro de este encuentro, descubren que Harry (Colin Firth), el maestro de Eggsy (los dos ahora con el nombre clave Galahad) sigue vivo después de creerse muerto. Lamentablemente, Harry no los recuerda al inicio, pero después, bajo los ingenios de Eggsy, el antiguo Galahad regresa, aunque un poco oxidado en sus movimientos. Ahora será momento de salvar al mundo.
La película cuenta con planos secuencias de acción en verdad brutales. Aquello que fue experimentación en «Kingsman El Servicio Secreto», aquí lo vemos al inicio, desarrollo y final. La tecnología que usan es ridículamente increíble, pues bien, Kingsman sirve también como una sátira de James Bond, pero claro más seria (a veces) y con más presupuesto que Austin Powers.
Pero más allá de lo rídiculo también cuenta con una linea argumental más seria… la del Presidente de los Estados Unidos, un hombre severo, un tanto incompetente, que prefiere que mueran millones de personas, a ceder por ayuda si así acabaría la drogadicción, pues sí, ese es el plan de Poppy: Contaminar la droga, matar a todos los usuarios, pero ceder a dar la cura si se legaliza todo tipo de narcótico en Estados Unidos. El presidente prefiere que mueran tanto las personas como el narcotráfico al mismo tiempo. Es claro que Matthew Vaughn (Director y escritor de la saga Kingsman) estaba inspirado en cierto presidente norteamericano.
En cuanto a la música, encontramos el leit motive o el tema central de Merlin, el mejor personaje de esta película. Una instrumentalización de orquesta del tema de John Denver «Country Roads, Take me Home» se escucha a la mitad de la película, mientras que una versión tocada con gaitas se escucha al inicio y el mismo Merlin la canta al final de su arco en la película.
En el año 2020 se estrenará la precuela a esta serie, la que nos dirá cómo se originó el servicio secreto Kingsman. Mientras tanto puedes disfrutar de sus dos previas películas para contextualizarte un poco.