Para esta segunda entrega de Cómo Entrenar a tu Dragón nos encontramos la isla de Berk 5 años después, donde absolutamente todos los habitantes ya tienen un dragón como mascota e incluso compañero de trabajo.
De nuevo, narrado por Hipo de ahora 20 años, vemos una carrera de dragones entre los personajes secundarios de la película pasada: Patapez, Patán, quienes ahora compiten por el interés de su compañera Brutilda; Brutacio y Astrid. Mientras que nuestros protagonistas (Hipo y Chimuelo) se fue de excursión a investigar nuevas tierras, en busca de nuevas civilizaciones y tipos de dragones.
Una vez llegado a una pequeña isla, Astrid, quien será su futura esposa, les alcanza; y a la distancia observan un pequeño lugar, completamente congelado y van hacia él topándose con cazadores de Dragones liderados por Eret, hijo de Eret; quienes trabajan para Drago Manodura, un vikingo que caza dragones para hacerlos parte de su ejército.
Ante el previo encuentro, Hipo y compañía regresan a Berk para contarle todo a Estoico. Como era de esperarse él no le presta atención. Hipo será el siguiente jefe de la aldea y tiene que enseñarle cómo hacerlo… hasta que surge el nombre del antagonista y Estoico se espanta – la guerra ya ha comenzado.
Como todo vikingo estereotipado de más acción y menos reflexión, el papá de Hipo decide encerrar a todos los dragones para que Drago no se los lleve después mientras que la gente se prepara con sus armas. Hipo, por su lado, decide escaparse y tratar de negociar con Manodura y hacerlo caer en razón – aunque fue advertido que este a nadie le hace caso.
En el camino, Hipo se encuentra con un nuevo e interesante personaje, un ser enmascarado que también es un jinete de dragones, y, probablemente, quien había atacado a los cazadores congelando el sitio donde se encontraban. Una vez que este personaje desconocido los lleva a su isla escondida llena de dragones, se desenmascara. Aunque Hipo no la conoce (o mejor dicho, no la recuerda), aquella le dice que es su madre, Valka. Con quien poco a poco vemos que comparte muchos rasgos.
Al rescate de Hipo llegan su padre, Estoico, y maestro, Bocón. Para toparse también, con que Valka nunca fue asesinada por dragones, pero sí capturada, aunque no en contra de su voluntad. Haciendo de este momento un rencuentro lindo entre toda la familia, con un baile entre la pareja. Ahora todos parten de nuevo a Berk, para enfrentarse con Manodura y sus dragones guerreros, intentando salvar a tanto los dragones como el pueblo mismo.
Esta nueva película, a comparación de la previa, resulta ser más compleja en su estructura. Teniendo cuatro personajes que representan diferentes visiones de cómo debería ser el mundo: Estoico, Hipo, Drago y Valka. Además de contar con momentos más tristes y duros para el desarrollo de su historia.
Así se puede apreciar que esta saga crece con su audiencia, como también lo hace el protagonista. Cuatro años después de la primera película podemos observar como el tono también madura, aunque siga dentro del género animado para toda la familia.
La película sigue tratando sobre el destino; las relaciones que se generan dentro de la vida e incluso como se rencuentran y se fortalecen. O incluso si se separan pero se siguen llevando dentro de uno. Pero también sobre las ideas opuestas y las literales antítesis y concepciones que alguien tiene sobre su propio mundo, haciendo que cada quien actúe de manera distinta e incluso desde polos opuestos dentro del mismo escenario.
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