Birdbox es una película de finales del 2018 estrenada en Netflix y protagonizada por Sandra Bullock (Gravity). En esta nos presentan un mundo postapocalíptico donde las personas al ver algún tipo de criatura alucinan con imágenes o voces de seres queridos que alguna vez fueron importantes para ellos a tal punto de matarse para unirseles (o al menos eso parece en algunos momentos).
Birdbox introduce a Melorie, una madre de dos niños (Boy y Girl, tal cual) que se aventuran en un recorrido de 48 horas, con los ojos vendados (para no ver lo que sea que esta perturbando al mundo desde hace ya seis años) hacia un río para cruzar al otro extremo y así poder llegar a un lugar en el que se encontrarán a salvo.
Entre esta travesía, se nos presentan flashbacks del inicio de la catástrofe, por decirlo de alguna manera. Ésta comenzó en Rusia y nuestra protagonista y demás ciudadanos no encuentran ningún problema en ello, se piensa que estos suicidios masivos en realidad no están conectados, hasta que, en el hospital donde Malorie se encontraba por cuestiones de su embarazo, una chica comienza a darse golpes en la cabeza contra la ventana de cristal.
Entre la euforia, ruido y accidentes en los que más personas se mataban, Malorie llega a casa de Greg, y dentro de ella se encuentran a Charlie, un joven nerd trabajador de un supermercado, Douglas (John Malkovich), el vecino de Greg que no quiere a nadie dentro de la casa, y la entrada de Malorie le costó la muerte de su esposa; Tom, un exmilitar quien después se convierte en la pareja de Bullock, dos adultos jóvenes, Lucy y Felix; y una anciana llamada Cheryl.
Al principio y a pesar de sus diferencias, el grupo llega a ser funcional. Cubriendo todas las ventanas de su casa para no ver fuera de ella e incluso pintando las ventanas del automóvil para ir al súper, puesto que eventualmente se quedarían sin comida.
Cada uno de los personajes mencionados y otro par que se adhiere a la historia conforme ésta avanza, salvo nuestra personaje principal, mueren. Pero antes nos encontramos con varias peculiaridades bastante interesantes. La primera, los pájaros, razón por la cual la película lleva su nombre, reaccionan a la “criatura” una vez que está por llegar. Asimismo, existen personas, más que nada psicópatas, a los que este fenómeno no les afecta de la misma forma, al contrario, sirven para convencer, o hacer a los demás que abran los ojos y presencien lo que sea que ellos ven.
Cabe destacar que está película está basada en un libro de 2014 escrito por Josh Malerman. Asimismo, podemos encontrar ciertas similitudes a la película The Happening dirigida por M. Night Shyamalan de 2008 en la que, en este caso, es una catástrofe natural (toxinas liberadas por plantas) la que hace que también haya suicidios masivos, y sus protagonistas huyen de ésta. Aunque esta película tiene un argumento más ridículo y claramente no fue bien recibida ni por los críticos ni por la audiencia, a inicios de 2018, llegó A Quiet Place, otro filme parecido donde aparecen monstruos con oído supersensitivo que hacen que la raza humana deba limitarse a no hacer ruidos y por lo tanto, dejar de hablar.
A pesar de la cantidad inmensa que en los últimos días han salido de memes con respecto a Sandra Bullock vendada, esto no quiere decir que sea una mala película, como en realidad yo mismo me lo temía. En realidad, Birdbox posee una buena trama, y, debido a su estructura narrativa compuesta por flashbacks, te mantiene interesado en el destino de todos los personajes que al inicio se te presentaron.
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