Las Crónicas de Navidad nos propone una temática ya reconocida en las películas de esta festividad: Salvar la Navidad.
A pesar de su meta cliché, el desarrollo de la película es distinto: Nos encontramos con dos niños que, recientemente, han vivido una tragedia, la pérdida de su padre. Ante esta nostalgia durante la temporada, la niña comienza a ver todas las grabaciones que su padre hacia año con año sobre la Navidad. En una de estas grabaciones se ve la mano de Santa Claus, confirmando su existencia. La niña entonces convence a su hermano de ayudarla a montar toda una trampa, no para capturarlo, pero para avisarles que había llegado. Y así fue, una vez de haberse ido San Nick (como después el dice que le gusta ser llamado) salen a la calle para encontrarse con el trineo a media calle. Ante esto, naturalmente, la niña no pudo hacer más que subirse, y su hermano mayor la siguió. Poco después sin tener tiempo para salirse, Santa Claus llega al trineo y se va, con los niños ahí. Una vez advertidos los niños en el trineo, Santa se espanta ocasionando una serie de caos: los renos se pierden, la bolsa de regalos se cae a medio camino y, para colmo, Nicolás pierde su gorro, que es el que le otorga la magia. Es así como comienza la aventura entre los tres protagonistas: encontrar todo y salvar la navidad.
Pero la historia, aunque distinta, no es lo más interesante, esto se lo lleva Santa Claus, interpretado por Kurt Russell, llevando a cabo una versión más ruda del personaje, mas rebelde y libertino, alejado de su común representación del gordo bonachón que normalmente se ve.
La película tiene ciertas similitudes al clásico de Diney Santa Clausula . Salvo que en esta, ningún Santa sale herido. Por ejemplo, los detalles que realmente fueron de agrado son los efectos visuales que se usaron en esta película, siguiendo la comparación con la película de Disney en la que la entrada a las casas era un tanto peculiar, que al entrar Santa se hacia como una pasta y la chimenea se transformaba en una más elaborada y grande permitiendo la entrada del personaje, en Las Crónicas de Navidad, la entrada es más atractiva visualmente: se convierte en partículas, casi polvo de hadas, de color rojo y entra y sale con facilidad a cualquier casa.
Otro detalle visual efectivo, fueron los renos, que en vez de ser mecatrónicos y limitar el CGI una vez que vuelan, en este filme, siempre son animados por computadora, y, en realidad, estuvo muy bien logrado.
Los niños actores en esta película fueron los contras aquí. No actúan de manera creíble e incluso dan cierta incomodidad en algunos momentos. Pero en realidad no es tan importante, todos sabemos que vemos una película en la que sale Santa, por él y no por los demás. Y como dije al inicio, este Santa es uno refrescante que te da alegría, y a la vez es muy raro, pero también agradable e incluso sabe cantar muy bien (y el momento en que lo hace la convierte en la escena favorita de un servidor).
Las Crónicas de Navidad está en Netflix y puede ser disfrutada por todos esta navidad.
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