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Hay figuras que con el paso del tiempo toman más fuerza, se tornan leyendas, y entre ellas destaca el difunto Freddie Mercury, un personaje de lo más inusual, especialmente para una época como los setentas, que vieron el nacimiento de estrellas que rompieron estereotipos y ofrecieron al mundo propuestas inusuales e innovadoras por medio de la música.
En fechas recientes, la gente no ha podido olvidar a estos grandes ídolos de la música, y como era de esperarse, tenia que representarse en una película de ficción. Bryan Singer, conocido ser director de la franquicia X-Men, dirige esta cinta plagada de momentos que te harán golpear los reposabrazos o el suelo al ritmo de las inolvidables obras de Queen.
La película toma como protagonista a Freddie Mercury, desde el momento en que la banda integra al ya reconocido personaje, hasta su pronta muerte. Ademas, Bohemian Rhapsody hace un recorrido a todos y cada uno de los éxitos del grupo, nos cuenta la razón de ser de muchos de estos y nos da una pequeña mirada dentro de la vida del excéntrico Freddie Mercury.
Con un guión a un compás veloz, la cinta busca ofrecer demasiado y termina olvidando muchos detalles. Muchos de los personajes no son correctamente desarrollados y hubo muy poco tiempo para que estas historias se desarrollaran, principalmente por las secuencias musicales que toman la mayor parte del tiempo de la cinta.
Las secuencias musicales son espectaculares, con movimientos constantes y muy divertidas, estas secuencias están diseñadas de tal forma que te sientas dentro del concierto, subiendo los decibelios al máximo y permitiendo que aquellos reservados canten desde lo más profundo de si mismos. Todo lo bueno viene a un alto costo, en esta ocasión fue la profundidad narrativa, forzada a abstenerse de elaborar muchos de los detalles que decide tocar. Estos temas pudieron haberse profundizado más y hubieran permitido una experiencia más agradable.
Freddie Mercury era todo un personaje, que ha causado fascinación en todos, un personaje tan idolatrado y majestuoso no merece ser representado por cualquiera, y les aseguro que Rami Malek no es cualquiera. Malek nos ofrece una actuación increíble, fiel a la verdadera personalidad del vocalista de Queen, un personaje pícaro, emocional y con una seguridad tan alta como un rascacielos. Lucy Boynton personifica a la musa de Mercury, de una forma que no solo se siente sincera, también se siente cercana, y familiar a todos y eso la vuelve más real, como si perteneciera al mundo real.
Bohemian Rhapsody es una ensoñación, se siente como entrar a un mundo totalmente distinto, la música y los personajes alimentan esta noción, extrañamente distintos unos de los otros en una historia sumamente difícil de creer, pero a la vez totalmente verídica.
Aunque carente de profundidad, Bohemian Rhapsody es una película llena de música conocida por todos, desde jóvenes a adultos. Tres horas llenas de ritmo y melodías dignas de gritar desde el fondo de nosotros. Es importante recordar a todos esos artistas que no solo dejaron una marca en los corazones de muchos, sino que dejaron toda una cicatriz en el mundo, porque Freddie nació para nunca morir, y seguro que él lo sabía.
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